Admiro tanto tus ojos
que hasta me frenan la vida,
quizás al verte atrevida
reprimiendo sus antojos.
Nunca te marches de hinojos
con ese mirar suicida,
que te obliga decidida
a sofocar los enojos.
Quizás seas prepotente
creyéndote una princesa
de las que andan por la corte
buscando boda inminente
de miedo y de lujos presa
ojalá te reconforte.
|