Los amoríos se escapan
como las cabras montesas
mientras los ojos se tapan
aunque caminen bien tiesas
Los amoríos se escapan
y tú dices que me besas
aunque mi cabeza rapan
hoy a gusto las marquesas
Porque muy locas se vuelven
como las cabras montesas
y la maleta revuelven
buscando siempre sorpresas
Luego solas se agazapan
ocultas en sus guaridas
mientras los ojos se tapan
como mozas consentidas
Al final contentas viven
comiendo helados de fresas
sin saber cuando se exhiben
aunque caminen bien tiesas.
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