Con la verdad, la tolerancia y mucha
bondad, el Falun Dafa se practica
de forma alegre y desde luego rica,
aunque a quien lo defienda se le achucha

en China donde el jefe a nadie escucha,
y su conducta cruel lo certifica
puesto que sin piedad castigo aplica
a quienes hoy prosiguen con su lucha

de practicarlo al margen de prebendas
políticas de un régimen tirano
que preocupado por su ombligo

sólo legisla insólitas enmiendas
dirigidas a quienes hoy en vano
nunca jamás serían su enemigo.-

Luis Pérez