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En todos los rincones de la tierra
da la impresión que cede la cordura,
quizás porque nos manda un cara dura
que fácil se enriquece con la guerra.
Desde luego, pensar así me aterra,
porque me pasa siempre la factura
y a menudo me sume en la locura,
diría entre los dientes de una sierra.
Porque ir por el mundo de optimista
cuesta un huevo aguantando los recortes
de quienes hoy están en el gobierno,
que darnos no nos dan ninguna pista
por si acaso se quiebran los resortes
y a parar vamos todos al infierno.
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