Niño de mis amores
descalzo como siempre te recuerdo
cuando por los laureles hoy me pierdo
víctima muchas veces de crueles resquemores.
Fácil será que nunca a dios pida favores
aunque me puedan acusar de lerdo
por estar a menudo en desacuerdo
con cantidad de horrores.
Hoy pintarte no puedo diferente
a pesar de que a gusto realmente lo haría
también de corazón maravillado,
porque como ese niño vuelvo a ser de repente
y lograr ser feliz me gustaría
no como al parecer de nuevo maltratado.
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