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Desahucios hay a la carta
que hasta el suicidio nos llevan
porque injusticia conllevan
leyes que un rayo las parta
aún del siglo pasado
y abolirlas se descarta
porque ningún diputado
arriesga aquí su futuro
con un alegato duro
para que algún desahuciado
dormir pueda bajo techo
sin que sea abandonado,
ni le asista algún derecho
a no ser un vil desecho
de un sistema endemoniado.
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