Entre más nos aprieten hoy el cuello
mucho mayor serán las cicatrices
porque erróneas son las directrices
y llegar no nos llega ni el resuello.
Yo contra la impotencia ya me estrello
y de gritar me salen las varices
porque encarnadas tengo las narices
de que uno a uno me arranquen todo el vello.
Porque ya no se estiran más las cuerdas
y en cualquier desenlace tenso y brusco
la violencia sería inevitable,
mandando este país así a la mierda
porque duro resulte hallar un chusco
comestible y de gusto razonable.