Cuando el pan de la peña
se pone impunemente a la deriva
mucho más la justicia se derriba
sabiendo que el fiscal no para de dar leña.
Pues bien sabe el estado que no hay crisis pequeña
que el menos poderoso no reciba
de forma tan salvaje y agresiva
que de su alma se adueña.
Hoy en el mundo mandan las finanzas
de manera que todo se mueve por dinero
sin que la caridad apenas cuente,
tanto que cada día aumentan las matanzas
de aquellos que descuidan su trasero
o en peligro se ponen de forma permanente.
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