Ya sólo nos espera
un mundo de valores muy mezquinos
que siempre confundiendo los caminos
sin recursos nos deja tirados por la acera.
Y sé que haberlos háylos colgados de la higuera
que a un alto precio pagan sus destinos,
currando noche y día como chinos
la vida toda entera.
Y sé que la esperanza se detuvo
al ver que tanto absurdo hoy nadie lo resiste
porque ante el miedo tira la toalla,
y quizás inocente como el asa de un cubo
difícilmente escuche su neurona
tratando a duras penas proseguir la batalla.
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