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No me hablen de la crisis desgraciados
porque más bien se trate de una estafa,
que sólo afecta a los del hambre atados
mientras no vino beben de garrafa.
De la crisis se ríen los banqueros
cuando reciben todas las ayudas,
y por la borda tiran los dineros
que a disfrutar se van a las Bermudas.
Será un invento la crisis, tío,
manejada a placer por la agencias,
tanto que quienes pescan en un río
revuelto ganarán sin terencianas,
aunque en el cálculo se pierda un socio
porque lo que interesas es el negocio.
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