Y ocurre con frecuencia
que el corazón cobija hermosos sueños
prendados de simbólicos empeños,
aunque absurdos y locos son buenos en esencia.
Pues rara vez recurren libres a la violencia
porque prefieran hoy cambiar de dueños
al sentirse de veras muy pequeños
y faltos de conciencia.
Reconozco que esclavo de su embrujo
atravieso obstinado el río de la vida
creyendo conseguir algún tesoro,
pues con cierta frecuencia hay quien me llama brujo
al ver como conservo mi guarida
a salvo del peligro con el mejor decoro.
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