Era dulce y hermosa
la mujer que velaba mis desvelos,
hoy a solas me tiro de los pelos
porque nada sé de ella.
Seguro que la vida se ha buscado
mientras yo desolado
sigo en el cielo el rastro de su estrella
que tanto me hizo mella,
era dulce y hermosa
que hacerla ya quisiera yo mi esposa.
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