Con tristeza de amor sin duda dejo
que mis lágrimas fluyan de repente
porque de alguna forma soy prudente
tanto que de tu guerra ya me alejo.
A solas en mi cueva me cotejo
dándole siempre vueltas a la mente
porque me preocupo del presente
tanto que a mi pesar me pongo viejo.
Porque la soledad resulta dura
el ego se procura compañía
por más que al tiempo salga chamuscado,
sufragando con creces la factura
de cuantos aventuras presumía
por creerse un ególatra malvado.
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