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Natural como el aire que respiras
existir la igualdad, mujer, debiera,
que brille de verdad la primavera
para que no te vendan sus mentiras.
Porque cortando de raíz tus miras
la cultura te pone su barrera,
y ojalá no te robe la cartera
si en la cola del paro no deliras.
Porque valer no vales nunca menos
por más que infravaloren tu trabajo
ya fuera como madre o como esposa,
que a tu nobleza nadie ponga frenos
aunque a los jefes mandes al carajo
y luego te regalen una rosa.
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