Yo te vi
compañero de trabajos
luchando con la vida
mientras la muerte implacable
te fue llevando
Y te vi amigo
tolerar el dolor en calma
cómo el alma se te encogía
saberte para siempre infortunado
cuanto más padecía tu cuerpo
Yo te vi tan paciente
el cuerpo cansado
como día a día
de tu boca salían las palabras
como hasta el ánimo
se te iba también yendo
Yo te vi Juan Carlos
respirar libre como un pájaro
aferrado como el hierro a la vida
avanzando hacia delante
sin poner en tela de juicio
que el mundo que pisabas
fuera insuficiente
Yo te vi sufriendo
y te acompañé con mi silencio
desde mi rabia y mi impotencia
sin querer comprender
en ignorarlo me esforzaba
como las fuerzas te iban abandonando
Hoy admiro tu entereza
tu entrega innegable
y con la voz entrecortada
me encierro en mi pozo
a preguntarme a qué se parece
hoy más la muerte.
