NUNCA PUEDO OBJETAR PUDOR AL SUEÑO
Nunca puedo objetar pudor al sueño
porque de apuros su placer me saca,
fácil aguanto a solas su matraca
dejándome un riñón en el empeño.
Igual me puedo aún sentir pequeño
y levantarme alegre con resaca
tendido a la bartola en una hamaca
de la que gracias doy no tenga dueño.
Pues porque en cantidad de circunstancias
me asusta verme libre de problemas
y tomando mis propias decisiones,
no sepa disfrutar de las fragancias
que a menudo desprenden los poemas
compuestos con muy buenas intenciones.
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Publicado el: 26-06-2011
Última modificación: 00-00-0000
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