Como bien reza el dicho
si por la boca muere el pez muchacho
dejemos siempre paso a la evidencia
dando su merecido a los crueles salvajes.
Hasta que la violencia jamás tenga cabida
en casa por razón de matrimonio
mandando sus promesas al garete
en muy pocos segundos.
Razones suficientes nadie busque
para quitar la vida a quien tanto atrajo
hasta tal punto que coló sus huesos,
porque un día también el amor va y se extingue
dejando por los suelos la congoja
al tener que zarpar de prisa y al galope.
|