Hoy por favor no tires del mechero
que prende fuego a los hermosos pinos
y corriendo se marcha a tomar vinos
al hacer del paisaje un cenicero.

Maldito quien obrando de usurero
del campo modifique sus destinos
llenando de adoquines los caminos
al buen cobijo de cualquier banquero.

Lamentable que así funcione el trato
alrededor de todo este planeta
colmando la ambición capitalista,

y al pobre toca rellenar el pato
si antes no pierde su mejor chaveta
estampándose contra la autopista.

Luis Pérez