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El listo que inventó las religiones
sin saber la que estaba organizando
produjo tal orgía de aflicciones
que muy bien pudo estar fantaseando.
Porque en estos momentos son legiones
los que por este mundo andan tramando
sacando de la manga sus visiones
con las cuales andarse remediando.
Para alcanzar sus resultados justos,
a veces, con razón nos utilizan
y haciendo que reluzcan sus verdades,
nos piden que olvidemos los disgustos
al tiempo que las mentes sintonizan
con sus interesadas vanidades.
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