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Nunca temo quedarme
a solas con mis penas un buen rato
porque de veras tengo mucho olfato
para limpiar mis pieles sin tener que mancharme.
Pues conozco muy bien que a la hora de quejarme
con frecuencia tal vez parezco un pato,
que a mi manera cuento mi relato
por temor a mojarme.
Porque me paso el tiempo dando tumbos
muy alerta me acuesto al tanto de las horas
reflexionando mi futuro incierto,
porque quiero probar con venturosos rumbos
que dirijan mis fábulas sonoras
hasta su atraque fijo en fabuloso puerto.
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