Siendo siempre muy fiel a mi trabajo
nadie jamás me ha regalado nada
porque luchando duro con mi espada
apenas si descanso ya un carajo.

Tal vez si me permito algún relajo
dejando la razón en la estacada,
si no algún loco sueño en la almohada
pendiente de un bucólico agasajo.

Ojalá ronde alguna vez la suerte
para poder confiarle mis deseos
siguiendo a pies juntillas mi destino,

al mantener la vida de la muerte
a distancia de todos los jaleos
que pudieran desviarme del camino.

Luis Pérez