Y la tierra se mueve
colocando en su sitio los cimientos,
quién sabe si no fueran sus lamentos
que al tiempo se liberan y a mostrarlos se atreve.
Mejor mirar al cielo y que el dolor se lleve
alejando del suelo los tormentos
que aquí y ahora amargan los alientos
de quien no se conmueve.
Si no fuera casual que las tragedias
ocurren casi siempre en los lugares pobres,
allí donde reside la ignorancia
galopando a sus anchas entre grandes comedias
de quienes pueden repartir los cobres
por mantener la paz con cierta tolerancia.
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