Yo ya no sé si acaso en la memoria
se confunda la vida con los sueños
si alguna vez despiertos sus empeños
de repente renieguen de la historia,

si tal vez luego a causa de la euforia
nos volvemos del mundo falsos dueños
olvidando que somos tan pequeños
que indignos somos de alcanzar la gloria.

Y a relucir nos sale la experiencia
si a Dios sólo acudimos en apuros
para que nos solvente los sofocos.

Bastante claro queda la evidencia
que a salvo ya ponemos muchos euros
por si entre tantos nos volvemos locos.

Luis Pérez