Pero mi alma no quiere ser de roca
y menos parecer contradictoria
mientras se agrieta impávida de gloria
tratando de saber quien le provoca.

Virtud no es la ansiedad que le sofoca
ni prenda guardará de su memoria
aunque pueda cambiar su trayectoria
nunca saldrán saudades de su boca.

Hoy quisiera vaciarle su andamiaje
de todos los recuerdos menos gratos
para que vaya libre de prejuicios

a lo largo del último viraje,
pudiendo disfrutar sus buenos ratos
sin que pierda la mente por los vicios.

Luis Pérez