Siempre que exprimo en secreto
un sueño temprano al alba
si antes que fuera ilusión
sin luz y de madrugada
se me vuelve desengaño
cuando llega la mañana
¿para qué te quiero amores
rondando por la ventana
cuando tan pronto te acercas
me rompes todas las dianas?
Pero sigues siendo tú
quien me agita la desgana
dejando mi boca muda
si acaso peor no acaba
y reforzando ese sueño
de la soledad de marras,
queriendo siempre saber
si amar fuera pasión sana,
por la que no me desviva
ni tanta falta que me haga.