Como se grava todo nuestro miedo
ansiando competir entre dos fuegos
ni que estuviera el mundo para juegos
andando a ciegas y sin otro credo
Sembrar sobre el desierto nunca puedo
tierra apta para el llanto de los egos
donde no queda espacio para apegos
mientras a medio mundo importa un bledo
Bastante tarde llega la esperanza
aunque el amor llamase a nuestra puerta
se ha dejado hacer tan grande la herida
Que tan sólo nos queda la añoranza
donde la vanidad ya nace muerta
y la vida resulta no querida.