Por un instante no me pesa en el alma
que a gusto fui esclavo de tu cuerpo
y buscando con pasión la querencia
vi como mis manos se desasían en caricias
si hasta la boca se me volvía agua de besos
Luego el cuerpo sabio emite su protesta
cuando ya mis ojos no fueron los mismos
al verme luchando por salir de ese sueño
no sin antes volver y mirarme en el espejo
y ver que el semblante casi me tiembla
Por si acaso me suceda amar de nuevo
no quiero tener que cubrir mi alma
tras el velo triste del remordimiento
si antes no llega el ansiado momento
que el olvido se confunda con el recuerdo
y todo deseo se convierta en cenizas.