Expuesto a los golpes que recibo
me agazapo en mi coraza
y pregunto
si fuera menos honesto conmigo
que lo soy con el mundo
no paro de darle vueltas
a la misma tuerca
soñando la misma pesadilla
sobre el precipicio de siempre
Y con frecuencia me contesto
cuánto tiempo hace
que no soy de mí dueño
reprimiendo esas lágrimas de placer
que tanto desahogan el alma
disfrazando con palabras el pensamiento
y sabiendo que si el cuerpo
no estuviera tan cansado
hasta podría sentir lo que expreso.