Y cuando me alejo de mi cueva
me siento tan inseguro
que mis ojos se extrañan
al observar que ya mi sombra
no cubre con su semblante
las esquinas de siempre
Y abstraído en mi nube de ensueños
ora me duermo ora me despierto
como si echase de menos
la paz y el sosiego
del vientre materno
Pero mucho temo el día
que el deber no me requiera
y dejar la lucha
en manos del más fuerte
no impida que la desesperanza
ponga fin a mis caprichos.