Cómo podría vivir tranquilo
y desperezarme satisfecho
rasgándome las vestiduras
por un dios que me ha sido impuesto
bebiendo de mis lágrimas
todos los anhelos posibles
si ni siquiera puedo afirmar
que mi propio sueño sea verdadero
Si para disfrutar de mi existencia
sólo me basta saberme vivo
que nadie me impida
hacer un trato con el diablo
para pasar a mejor vida
si no es a mi conciencia
a quien primero convenza
ni por todo el oro del mundo
me atrevería desilusionarle.