Y si llegado el tiempo la envidia
consumiese mis huesos
antes quisiera hundir todas mis naves
y sin palabras sellar mi silencio
haciendo de mi existencia
cenizas para el olvido
Y son en vano mis sentimientos
que todo lo que aprecio
cuando distingo una voz amiga
aflora en mi piel los tiernos recuerdos
tanto como en alta estima tengo la vida
Pero tampoco quiero pecar de engreído
y desterrar de esta vida sus miserias
tan acostumbrado a convivir con ellas
como luego a mi pesar
no sé qué hacer con la riqueza.