Cuando hasta el afecto se descuida
saliendo fugitivo del alma que hiere
después de atravesar murallas insensibles
todo cariño se demuestra perecedero
aunque no pare de buscar quien le atienda
Si hasta la belleza se declara inocente
al saberse única y admirada
cuántas veces no ríe y llora al tiempo
haciendo un gran derroche de valor
al compensar el dolor con la demencia
Pues no gasta en prendas el amor
dando vueltas y vueltas al tiempo
en ver cómo se libera del compromiso
temiendo llegar a viejo a destiempo
sin antes haber probado y consumido
todos los cuentos de hadas existentes.