Si igual que surgen nuevas galaxias
con sus millones de estrellas
hoy nos conceda el cielo
ese favor de esperanza
sin llegar tan lejos
como llegan los sueños
confiados a vivir de nuevo
por los siglos de los siglos
en brazos de la inocencia
Pero sin dejar de ahogarnos
en nuestros propios desatinos
a tientas nos encontramos
ocultando las vergüenzas
bajo una piel bien curtida
mientras la ilusión viaja a la deriva
y la fuerza de la necesidad
alivia sin dudarlo la angustia
de este existir inconfesable.