Suponiendo que toda despedida obliga
al comienzo de una nueva vida
que fuera o no pecado
a mí no me lo parece
porque dolor que no duele pronto se olvida
y beso que se da alarga la vida
Y si en busca de lecho y reposo
ando sin vivir a pierna suelta
pidiendo perdón a cada paso
no deberá ser menos cierto
que el camino que más se resiste
pone a todo el mundo en su sitio
Pero siempre que recuerdo
mi corazón frío y distante
nunca voy a saber
si llegado el momento
veré las lágrimas del diablo ardiendo.