Hoy puedo remover a gusto
todo el fango de mis pensamientos
y dejar escapar todos mis recelos
con la única intención
de procurarme una vida menos ingrata
pero nunca podré olvidar
de cuánto dolor me he librado
utilizando los miedos
que justifican mis fantasmas
Y sin embargo resulta
que ahora me culpo
por mi bondad infinita
que la vida es
más sencilla de lo que parece
y que las huellas
grabadas a hierro y martillo
sólo resultan una falacia.