No me resulta de recibo
desviar la mirada
de mi condición de amarga certeza
y zambullirme entre los placeres
del mundo al que sirvo
Cuantas veces ansié compañía
sabiendo que entre más seguro camino
mi alma esclava vaga perdida
sin encontrar apoyo ni nido
donde se pueda sentir complacida
Pero desde la soledad de mi mente
cada vez más libre de todo apego
también mi corazón galopa
y se precipita contra el olvido
sin pensar que puede equivocarse
ajeno a todo castigo indigno.
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