Cómo podría negar al alma su poder
si al medir a la vida su bellaza
donde la mirada se detiene
me devuelve a los sentidos
súbitas todas sus respuestas
Cómo iba a ser feliz
negando al alma todas sus heridas
si apenas las trato con indolencia
me salpican la frente
Cómo seguir ocultando
ese llanto que me obliga sin descanso
a labrarme un destino carente de sentimiento
mientras el alma se revuelve por dentro
y los huesos se consumen por fuera
en el más profundo de los silencios.