Si no fuera amor el desánimo
que a diario nos enfrenta
ya fuera el silencio con su premura
la voz tan poco deseada
que con mayor frescura tememos
como si la vida se empeñara
cada vez en golpearnos por lo bajo
y el miedo en vez de suavizarnos
compitiera con más fuerza
Y cuantas veces hacemos valer
que las ilusiones vayan y vuelvan
sin esforzamos mucho por impedir
que los vicios y caprichos nos acosen
y se estrellen contra el recuerdo
de cuantas ausencias y despechos
nuestra alma se defienda
ni las buenas intenciones
son capaces de salvarse de la quema.