No nací esperando
que el remordimiento fuera
mi única herencia
y aunque nada me mantiene indiferente
sí que me aleja o me pierde
y me lleva a pensar
que la vida fuera un juego
en el que siempre acabo perdiendo
Sin embargo
todo me lleva confiado
al misterio y al deseo
de la búsqueda inagotable
allí donde los instintos
se juntan con mi alma
donde mi mente comprenda
por qué tan sólo en mí confío
y a nadie me entrego
dejando escapar toda opción
que de amor merezca.
|