A mí también se me aflojan las rodillas
de vez en cuando
y aunque me hechiza andar por las nubes
largas temporadas
también me encanta pisar la tierra
al calor de alguien capaz
de escuchar mis penas
También puedo velar tus sueños
toda una noche larga
para que ningún mal le aceche
pero mucho más me duele
que exijas adivine cuánto te angustia
cuando a estas alturas del camino
tanta es la deuda que se acumula
que ya la carga no se sostiene
si sabes que algo más valioso
sin esperar detrás de la puerta
es que nadie te pase la cuenta.