Cuando desolado me sienta
sin recetas y de provecho me sirvan
o lo acepto lo mejor que pueda
sin luchar contra viento y marea
o me bato a brazo partido
contra todo aquello que me disgusta
evitando ofrecerme siempre el primero
Abandondo a todas las suertes
de poco me presta la esperanza
si quiera todo me lo niego
hasta la bendición de mi padre
fácil me sobra
Sólo me queda el recuerdo
como ola que se va y se vuelve
tendiendo al cielo sus brazos
y en su loca resaca de besos y burbujas
me hacen revivir aquellos momentos felices
en los que se ama de nuevo.