Taciturno y a medias despierto
metro a metro
sin pensar en nada concreto
entrando y saliendo de prisas
de la mano a un hierro sujeto
un día cualquiera de la semana
apretando temprano la mañana
con la mirada perdida
en la oscuridad violenta
como el túnel atrás va quedando
hasta que sus luces moribundas se pierden

Insensible armazón de hierro que rueda
corazón de acero inoxidable
imparable cada instante
la vida pasas bajo tierra
la respiración se vuelve metálica
como late la ciudad sus arterias
y vibra a escondidas el tiempo
desesperada e implacable
otro día se despierta
metro a metro la ciudad
de nuevo se ha puesto en marcha.

Luis Pérez