Nunca correré tras el perdón
ni cumpliré condena que se precie
aunque la razón se imponga
ofreciendo quebrantos por prendas
Cuando las penas se alivian
se expresa lo que se siente
las palabras ya no cuentan
ni boca que las diga
se vive tan intensamente
que poco importa la muerte
Aunque el corazón de pena
se me rompa
no me detendré bajo ningún cielo
en busca de afecto
que pagar mi libertad me cueste
Prefiero dejar correr el tiempo
atendiendo mis heridas
sin ser profeta lo que digo
no persigo más dioses falsos
que para castigos y odios
bastante ya me basto.