Dejemos al tiempo sabio
que decida nuestros pasos
y no convierta nuestro amor
en hierro que mata
Cuidemos nuestro espíritu
de la exigencia y el rechazo
no sea que de espaldas a la vida
se forje en nuestras almas
un árido desierto
Persigamos con ahínco
ese gran tesoro
de amor y tolerancia
que en algún rincón del alma se esconde
y escuchemos estos versos
en el quehacer de nuestras vidas
sin duda apaciguan
el tigre que todos llevamos dentro.
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