Quédate
no te vayas para siempre
si el sino de nuestras vidas
es el cielo que nos merece
Llegaste
como gota de agua fresca
frágil y transparente
penetraste en la soledad de mi cueva
hasta ayer entraña dormida
capaz de amar de nuevo
Alégrate
por permitirme compartir
tanta ternura
intacta guardada
tras esa ventana herida
donde se esconde mi alma
Cúbreme
con tu cálida presencia
con tu mirada alegre
tu dulce llanto
y tu corazón abierto
Entre besos
que se hablan
nuestros corazones tiritan
déjame que le abrace
para que así juntos crezcan
Muchos son los sueños
de ser niño todavía
bajo la noche clara
como estrellas extraviadas
nuestras soledades
se buscan
sin saber
si es amor
o es locura
que la ternura y el amor
se confundan
No podemos evitar
que nuestros destinos se encuentren
si a la mitad del camino
nuestros pasos se detienen
en busca de una mano amiga.
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