Ellos están ajenos
al crepitar de los leños
que caldean la estancia
A las chispas
que curiosas
abandonan al fuego
por verlos a ellos
y morir como efímeras estrellas
A las ventanas protectoras
empañando los cristales con pétalos violeta
que recoge en el frío de la noche de invierno
mientras las farolas asoman la cabeza
espiando el íntimo universo
de los enamorados
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