Construyó su casa debajo de mi alar,
me canta una canción cada mañana,
mis oidos disfrutan ese hermoso cantar
es un dulce alimento para mi alma.
Somos diferentes pero nos comprendemos,
entre nosotros hay confianza, no miedo.
Es una sincera amistad, no nos engañamos,
con sus canciones me dice: "Yo me quedo".
Él tiene dos lindas alas y podría volar.
Yo le doy alimento, es feliz, partir no intenta,
está protegido de tormentas, en su hogar
y me ofrece una canción a cambio de la renta.
|