Volví a dormir agotada,
deseando una vida nueva,
esperando un mejor mañana,
en que no me despierte
tu voz sin esperarla.
Y tendida en el mar de la nada,
tostada por los rayos del sol,
por el verano imaginario
que ansío y me hace falta.
Volver a mirar con mis ojos,
cerca, lejos sin medir distancias,
volver a caminar sin rumbo quizás,
pero acompañada hasta el alba.
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