Victima soy, poco a poco
la enfermedad se me lleva,
aunque mi cuerpo vive,
mi alma no tiene tregua,
mas ya no hay quimera.
Si siempre me valí sola,
a nadie le pido ahora,
que hoy por mi muera,
camino erguida y ligera,
a penas sin equipaje,
sin amor siquiera.
Lo que no sé es acallar,
al dolor en la puerta,
lo que me falta aún,
es silenciar el sentir,
cuando el miedo acecha.
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