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Se oscurece mi firmamento,
solo los muros me refugian,
quedo sin luz y calor,
quedo a merced del tiempo.
Aprisionada y desgarrada,
siento el acero en mi alma,
las verdades como puños,
atraviesan mi garganta.
Quedo llorando callada,
en silencio en mi casa,
afuera todo es quietud,
el alboroto es solo mío,
al ver que no soy nada.
Una gota soy de rocío,
en la hoja abandonada,
una gota solitaria,
que se olvida y resbala.
Que será de mi,
si no tengo ni una migaja?,
que será de mi mañana,
si todos huyen y pasan?.
Quería hacer el camino
cogida a esa mano cercana,
pero cuando mi di cuenta,
no había mano, iba sola,
era una ilusión vana.
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